El holandés se impuso en el GP de San Pablo seguido por Norris. Alonso finalizó tercero por solo 53 milésimas sobre Pérez.
Max Verstappen (Red Bull) ganó el Gran Premio de San Pablo. Su nuevo éxito no acaparó la atención de los aficionados. Tampoco el segundo lugar de Lando Norris (McLaren) que le plantó batalla en las primeras vueltas. Toda la emoción en el circuito de Interlagos lo ofreció la pelea por la tercera posición entre Fernando Alonso (Aston Martin) y Sergio Pérez (Red Bull). El español se impuso sobre el mexicano en un final de Foto Finish: 53 milésimas de segundo.
Brasil regaló una de las carreras más emocionantes de la temporada y de los últimos tiempos. En todos los órdenes. Tuvo adrenalina, drama y suspenso en 71 vueltas que alimentan la fama del autódromo José Carlos Pace como escenario de grandes momentos de la Fórmula Uno.
La vuelta previa fue un anticipo de lo que se viviría en Interlagos. Charles Leclerc, que partía desde la segunda posición, perdió el control de su Ferrari en la vuelta previa y terminó contra las barreras de la curva 8. Un problema hidráulico le hizo perder el control del auto mientras calentaba los neumáticos. El monegasco se fue temprano a casa sin poder luchar.
El incidente no alteró la partida. Al apagarse el semáforo, Vesratappen salió disparado mientras Norris, desde el sexto lugar, aprovechó la mala partida de Alonso (cuarto) que no pudo capitalizar el hueco que dejó Leclerc en la parrilla. Como un calco, Lance Stroll (Aston Martin) también largó mal y Lewis Hamilton (Mercedes, quinto) le ganó la tercera posición.
Antes que llegaran a la primera curva se produjo el segundo golpe de escena. Nico Hülkenberg (Haas) intentó superar por la izquierda a Alex Albon y tocó la rueda trasera del Williams del tailandés. Este se llevó por delante a Kevin Magnussen (Haas) y ambos se fueron contra las defensas de la curva uno. La banda de rodamiento del neumático trasero de Albon salió despedido por los aires y golpeó el alerón posterior del AlphaTauri de Daniel Ricciardo.
Dirección de Carrera envió el SafetyCar a pista. Pero el desparramo de fibra de carbono, el neumático de Albon, los daños en las barreras GoPro y los dos coches destruídos; obligaron la bandera roja. El saldo era desolador: Albon y Magnussen fuera de carrera, mientras que los monoplazas de Ricciardo y Oscar Piastri -también sufrió un roce producto del accidente- fueron llevados al garage para reparaciones. Tres abandonos y dos autos heridos en solo dos vueltas computadas.
En el relanzamiento, Alonso buscó redimirse de la mala salida en la primera largada. Puso su mira sobre Hamilton y en la curva 4 lo rebasó para ocupar el tercer lugar. Mientras tanto, Verstappen y Norris se escapaban.
Sorprendentemente, el Red Bull no podía sacarle ventaja al McLaren. Esto alentó al británico a lanzar un fuerte ataque en el séptimo giro. Con el DRS habilitado fue por el holandés, pero se defendió con la velocidad de punta del RB19 en el primer y segundo sector. Una vuelta más tarde, Verstappen estiró la diferencia a un segundo y medio. Todo un mensaje para Lando: le marcó la cancha y le enseñó quién mandaba.
Como ocurrió en la Sprint, se formaron varios pelotones. El grupo por la cuarta posición fue liderado por Hamilton, en el rol de locomotora, seguido por George Russell (Mercedes), Sergio Pérez, Lance Stroll (Aston Martin), Carlos Sainz (Ferrari) y Pierre Gasly (Alpine). Durante diez vueltas, el siete veces campeón marcaría el ritmo. Sin emabrgo, el mexicano tenía mejor auto y comenzó el avance superando a Russell y luego a Hamilton.
El box de Mercedes jugó a un undercut para volver a posicionar a Lewis por delante de Checo. Pero el tapatío hizo valer la superioridad del Red Bull y volvería a rebasar al británico.
La imposibilidad de superarlo fue el inicio de una debacle que sorprendió al equipo de Brackley. Los W14 sufrieron un desgaste acelarado de los neumáticos medios -como ocurrió en la Sprint con los blandos- y se convirtieron en presa fácil. Stroll, Sainz y Gasly no tuvieron contemplación para superar con facilidad a los Mercedes. Hamilton se retrasaría en el clasificador y Russell tuvo que ser retirado en el tramo final de la carrera.
Vesratappen y Norris estaban en una carrera a parte. A su vez, cada uno sabía el papel que les tocaría en podio: el holandés tenía asegurado el primer escalón y el británico subiría al segundo. Solo faltaba el tercer lugar.
El último peldaño tenía dos aspirantes: Alonso o Pérez. El Aston Martin era inferior en velocidad de punta en comparación con el Red Bull, pero traccionaba mejor en las curvas. Las últimas veinte vueltas fueron una lucha de supervivencia. Alonso, volcando toda su experiencia en el débil Aston Martin, contuvo a Pérez tapando los flancos y adivinando sus maniobras de ataque.
En la vuelta 69, Pérez se tiró por el interno en el final de la recta y superó al español. Alonso, con mejor tracción y la sagacidad de un experimentado, no se despegó del Red Bull. En el siguiente giro, el último, recuperó la tercera posicón con el DRS en el segundo sector.
Pérez tenía una sola oportunidad, ganarle sobre la meta. Cuando ambos ingresaron a la recta principal se paralizaron los corazones. Casi a la par cruzaron la línea de sentencia. Fernando Alonso ganó la pulseada por +0.053s. El box de Aston Martin y las gradas de Interlagos celebraron el tercer lugar del español como un triunfo.
El Gran Premio de San Pablo -para nosotros siempre será el Gran Premio de Brasil– vio en el podio a Verstappen, Norris y Alonso. Cada uno aportó lo suyo. Eso sí, el nacido en Oviedo puso la cuota de emoción.