El combustible, al igual que la mayoría de los fluidos, se mide en unidades de volumen, qué pueden ser: centímetros cúbicos (cc), litros (Lt) o galones (Gal).
Pero, medir la cantidad de combustible de un Fórmula 1 en unidades de volumen, es engañoso, porque el combustible tiene un elevado coeficiente de dilatación volumétrica, lo que hace, qué una misma cantidad de combustible tenga mayor volumen en los circuitos de clima caliente como, Singapur, Miami o Texas y al mismo tiempo, hace qué el combustible ocupe menos volumen en circuitos en donde llueve con frecuencia y la temperatura ambiente es más baja, como Bélgica o Hungría.
En resumen, controlar la cantidad de combustible en el deposito, en términos de volumen, es engañoso, porque el volumen del combustible varía según la temperatura ambiente. Por otro lado, la masa del combustible no es termodependiente, la masa no cambia según la temperatura y por eso, para la FIA y la Fórmula 1, es más fácil medir la cantidad de combustible en términos de masa, es decir en kilogramos (Kg).
En los circuitos de clima cálido, 100 kilos de combustible ocupan un volumen de 14000 centímetros cubicos; mientras que en circuitos de clima frío, 100 kilos de combustible ocupan un volumen de 12000 a 12500 centímetros cubicos. En consecuencia, la Fórmula 1 mide la cantidad de combustible en términos de kilogramos, porque 100 kilos de combustible seguiran siendo 100 kilos de combustible, sin importar si el circuito es caliente y los 100 kilos de combustible ocupan 14000 centímetros cubicos o si el circuito es de clima frío y los 100 kilos de combustible ocupan 12000 centímetros cubicos